Zygmunt Bauman, el hombre que revolucionó el pensamiento posmoderno

By Jeffrey Giovanni Santos

Sin duda alguna Zygmunt Bauman ha revolucionado el concepto modernidad, radicalizando temas como la estratificación social o el movimiento obrero. El gran aporte prolífico de su carrera influenció más allá de los círculos de sociólogos profesionales con un libro que publicó acerca de la supuesta conexión entre la ideología de la modernidad y el Holocausto. Es considerado uno de los sociólogos más influyentes.

Nacido en Poznan, Polonia en 1925, fue un filósofo, ensayista y sociólogo. En vida fue el fundador del concepto «Modernidad Líquida» que cambió la perspectiva moderna en muchos de sus lectores. Su obra, que surgió en la década de los 50’s, se ocupa, entre otras cosas, de cuestiones como la modernidad y la postmodernidad, las clases sociales, el socialismo, el Holocausto y el consumismo.

Discurso de Bauman en la Fundación Príncipe de Asturias

Modernidad «sólida» y «líquida»

En el pasado, nos encontrábamos en un mundo predecible y controlable, uno sólido. La rutina, la visión a corto plazo, las costumbres, las colectividades eran unas de sus características. Todo este panorama empezó a “derretirse”, cambiando aquella sociedad que estaba estancada y era demasiado resistente a los cambios, por una líquida y maleable. Bauman, expone 5 ítems en los que desarrolla el concepto de modernidad líquida: emancipación, individualidad, espacio-tiempo, trabajo y comunidad.

En la modernidad líquida, lo que antes era duradero, religión, empleo y relaciones, pasa a ser efímero.

Según Bauman, con la llegada de la modernidad todo se individualizó. Ser moderno significó estar eternamente un paso delante de uno mismo; es decir, debíamos transformarnos en lo que cada uno es. Como decía Jean Paul Sartre: «No basta con nacer burgués, hay que vivir la vida como burgués».

El exilio y la gloria

Bauman nació en una familia humilde de polacos judíos no practicantes.

En 1939, Polonia fue invadida por la Alemania nazi, su familia tuvo que escapar hacia el este. En su huida del nazismo se trasladó a la Unión Soviética, donde se alistó en el primer ejército polaco, controlado por los soviéticos, trabajando como instructor en educación política. Participó en las batalla de Kolberg y Berlín. En mayo de 1945 recibió la Cruz Militar del Valor.

Desde 1945 hasta 1953 fue un oficial político del Cuerpo de Seguridad Interna (KBW), una unidad militar formada para combatir a la insurgencia nacionalista de Ucrania y parte de los restos del Armia Krajowa. Más tarde trabajó para la inteligencia militar. Sin embargo, la naturaleza y amplitud de su colaboración permaneció oculta, así como las circunstancias exactas bajo las cuales terminaron.

Regresó posteriormente a Polonia, donde militó en el Partido Comunista y fue profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia antes de verse obligado a irse de Polonia en a causa de la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968. Posteriormente a su purga de la Universidad de Varsovia, enseñó sociología en países como Israel, Estados Unidos y Canadá. Desde 1971 residió en Inglaterra, donde fue profesor en la Universidad de Leeds, y, desde 1990, profesor emérito.

Bauman causó cierta controversia dentro de la sociología con su aseveración de que el comportamiento humano no puede explicarse primariamente por la determinación social o discusión racional, sino más bien descansa en algún impulso innato, presocial en los individuos.

La modernidad cambió las reglas. La teoría crítica que defendía el individualismo ante el Estado que en esa época oprimía todo, ahora pasa todo lo contrario. Hoy por hoy se busca recuperar lo público, ya que lo individual ha abarcado todos los estratos. Vivimos en una sociedad de individuos porque «todo se ha individualizado». Se ha conformado un sistema tan grande que ahora cada individuo es culpable de su destino, de lo que le pasa o no.

Aunque Bauman es considerado como un pensador «posmoderno», no sería lícito llamarle «posmodernista», ya que utiliza los conceptos «modernidad sólida» y «modernidad líquida» para caracterizar lo que considera dos caras de la misma moneda.

Con su muerte en Leeds, Reino Unido en 2017, se apaga una de las voces que mejor supo definir el cambio de los tiempos y la revolución social que supuso el siglo XX.

En vida, Bauman recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2010.

Premio que le dió más prestigio a su obra y enseñanza.

Zygmunt Bauman tuvo que vivir en sus propias carnes los rigores de los dos grandes autoritarismos de Europa en el siglo XX: el nazismo y el comunismo. Quizás, por ello, se convirtió en un escéptico, pero no en un gruñón. Sus propias experiencias, seguramente fueron el sustrato del cual comenzaron a alimentarse sus interesantes conceptos, que hoy ocupan un lugar de honor en el pensamiento universal.